LOGO FIDIAS NARANJA Y NEGRO 2021

FIDIAS LAB

Estabilidad del hombro: diques de contención muscular

En esta entrada hablaremos sobre la estabilidad del hombro y sus diques de contención. Los diques de contención muscular del hombro son una “construcción” muscular que no impiden el paso del agua, evitan el “descentrado” articular, normalmente impidiendo el desplazamiento excesivo de la cabeza humeral. (Ver: El tesoro glenohumeral, la estabilidad).

Cuando hablamos de fuerza muscular, normalmente se habla de la que puede ejercer un músculo al contraerse, tratando de acercar su origen e inserción generando un vector de fuerza alineado con la dirección de sus fibras y tendones. Pero es más desconocida la fuerza que también pueden ejercer para evitar su deformación y por lo tanto para retener cualquier fuerza que tenga una componente transversal a sus fibras. Este dique será más potente en función de la stiffness muscular.

estabilidad del hombro

La articulación glenohumeral se verá beneficiada a nivel de la estabilidad si la stiffness de los músculos que la rodean es alta, pero hay músculos-tendones que por su disposición están mejor capacitados para formar este dique de contención. 

Estabilidad del hombro

Podemos hablar de 4 diques que ayudan a la estabilidad del hombro: superior, anterior, posterior y lateral. Para evitar la traslación superior tanto el supraespinoso como el tendón largo del bíceps hacen “efecto barrera” formando un techo a la cabeza del húmero. Es curioso que su efecto barrera amplía el espacio subacromial mientras que el vector de fuerza que trata de unir su origen e inserción deberían provocar la elevación del húmero y por lo tanto reducir el espacio subacromial, pero no es así, el efecto barrera es más fuerte. También al elevarse el brazo el vector de fuerza de estos músculos se horizontaliza, mientras que el efecto barrera sigue impidiendo igualmente la traslación superior.

estabilidad del hombro dique superior

 

El subescapular junto con el deltoides anterior, coracobraquial, bíceps braquial y pectoral mayor hacen efecto barrera impidiendo la traslación anterior. Es especialmente importante el subescapular que en relación a la estabilidad anterior alinea sus “dos fuerzas” (vector de contracción y efecto barrera) para evitarla.

estabilidad del hombro dique anterior

 

Por otra parte la cabeza humeral cuenta con un dique de contención posterior formado por el infraespinoso, redondo menor y el deltoides posterior esencialmente.

estabilidad del hombro dique posterior

 

Por último el dique lateral, que evita la distracción  del húmero con respecto a la fosa glenoidea; está formado por la porción acromial del deltoides, el supraespinoso, la porción larga del bíceps braquial, y ligeramente por la inserción distal del infraespinoso y redondo menor.

estabilidad del hombro dique lateral

 

Pero el efecto barrera no solo depende del tono muscular de reposo (resultado de la activación asincrónica y alternada de las unidades motoras que componen el músculo); se verá condicionado por la contracción “voluntaria” y coordinada de los músculos que participan en todo movimiento del hombro. El nivel de fuerza y la stiffness son un arma importante a favor de la capacidad estabilizadora, pero el elemento diferencial será la configuración neuromuscular resultado de la retroalimentación continua entre el sistema, su entorno y la tarea,  autoorganizándose para dar la respuesta más eficiente. Observará el resultado, en este caso el centrado articular, lo evaluará a través de la información propioceptiva y aprenderá para en el futuro poder dar una respuesta mejor.

estabilidad-del-hombro-ejercicio

¿Piensas que la clave es disponer de unos diques fuertes para contener al húmero centrado en la fosa glenoidea? Aunque la fuerza es muy importante, la clave es disponer de diques inteligentes, rápidos y precisos capaces de ajustar su rigidez a las necesidades altamente variables e hipercomplejas a las que se enfrentan los hombros constantemente. Para ello tendremos que enseñar al sistema de contención activa a adaptarse a la tarea y al entorno con variabilidad de estímulos e incertidumbre. Si lo logramos, el hombro podrá presumir orgulloso de que cuenta con los mejores diques de contención.

estabilidad-del-hombro-rugby

Preguntas frecuentes sobre la estabilidad del hombro

¿Qué le da estabilidad al hombro?

La estabilidad del hombro se logra gracias a una combinación de factores anatómicos y musculares que trabajan en conjunto para mantener la articulación en su lugar y permitir un rango de movimiento adecuado. Los principales elementos que brindan estabilidad al hombro son:

  1. Articulaciones: El hombro está compuesto por varias articulaciones, incluyendo la articulación glenohumeral (entre la cabeza del húmero y la cavidad glenoidea de la escápula) y la articulación acromioclavicular (entre la clavícula y el acromion de la escápula). Estas articulaciones están rodeadas por una cápsula articular y reforzadas por ligamentos que proporcionan estabilidad estructural.
  2. Músculos del manguito de los rotadores: El manguito de los rotadores está formado por un grupo de músculos que rodean la articulación glenohumeral y contribuyen significativamente a su estabilidad. Estos músculos incluyen el supraespinoso, el infraespinoso, el redondo menor y el subescapular. Actúan en conjunto para estabilizar la cabeza del húmero en la cavidad glenoidea durante el movimiento del hombro y proporcionan un punto de anclaje para los músculos más grandes que realizan movimientos del brazo.
  3. Musculatura periescapular: Los músculos que rodean y se insertan en la escápula (omóplato), como el trapecio, el serrato anterior y el romboides, son fundamentales para la estabilidad del hombro. Estos músculos ayudan a controlar y estabilizar el movimiento de la escápula, lo que a su vez influye en la posición y estabilidad del hombro.
  4. Labrum glenoideo: El labrum es una estructura fibrocartilaginosa que rodea la cavidad glenoidea y aumenta su profundidad. Proporciona un mayor ajuste entre la cabeza del húmero y la escápula, mejorando la estabilidad de la articulación del hombro.

Es importante destacar que la estabilidad del hombro también depende de una correcta función neuromuscular, en la que los músculos se activan de manera coordinada y equilibrada para proporcionar estabilidad y movimiento controlado. Además, la movilidad y estabilidad de la columna cervical y torácica también pueden influir en la estabilidad del hombro.

Un equilibrio adecuado entre la movilidad y la estabilidad es fundamental para un hombro sano y funcional. Si experimentas dolor o inestabilidad en el hombro, es recomendable consultar a un profesional de la salud, como un médico o fisioterapeuta, para una evaluación adecuada y un plan de tratamiento individualizado.

¿Cómo se cura la inestabilidad del hombro?

El tratamiento de la inestabilidad del hombro depende del grado y la causa subyacente del problema. En algunos casos, el tratamiento conservador, que incluye terapia física y modificaciones en la actividad, puede ser suficiente para aliviar los síntomas y mejorar la estabilidad del hombro. En otros casos más graves o recurrentes, puede ser necesario recurrir a la cirugía.

A continuación, se describen algunas opciones de tratamiento para la inestabilidad del hombro:

  1. Terapia física: La terapia física desempeña un papel fundamental en el tratamiento de la inestabilidad del hombro. El fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios específicos para fortalecer los músculos del manguito de los rotadores y los músculos periescapulares, mejorar la estabilidad de la articulación del hombro y corregir desequilibrios musculares. Además, se pueden utilizar técnicas de movilización articular, terapia manual y modalidades de electroterapia para aliviar el dolor y mejorar la función.
  2. Modificaciones en la actividad: Es posible que se deba evitar o limitar ciertas actividades o movimientos que puedan desencadenar la inestabilidad del hombro. Esto puede incluir levantar objetos pesados por encima de la cabeza, movimientos repetitivos del brazo o actividades deportivas de contacto. El fisioterapeuta puede brindar recomendaciones específicas sobre cómo modificar las actividades diarias y deportivas para proteger el hombro y prevenir recaídas.
  3. Soporte externo: En algunos casos, el uso de dispositivos de soporte externo, como vendajes o férulas, puede ayudar a estabilizar el hombro y proporcionar un apoyo adicional durante la rehabilitación. Estos dispositivos pueden ser utilizados temporalmente para brindar estabilidad mientras los músculos se fortalecen y se mejora la función.
  4. Cirugía: Si la inestabilidad del hombro es recurrente, grave o no responde al tratamiento conservador, puede ser necesario recurrir a la cirugía. Hay diferentes procedimientos quirúrgicos disponibles para tratar la inestabilidad del hombro, que pueden incluir la reparación de los tejidos dañados, la reconstrucción de ligamentos o la estabilización articular. La decisión de realizar una cirugía y el tipo de procedimiento dependerá de la evaluación del médico especialista y las características individuales del paciente.

Es importante buscar la evaluación y orientación de un médico o fisioterapeuta especializado en el tratamiento de la inestabilidad del hombro. El profesional de la salud podrá realizar una evaluación adecuada, determinar el mejor enfoque de tratamiento y proporcionar recomendaciones específicas según las necesidades individuales.

¿Cómo evaluar la estabilidad del hombro?

La evaluación de la estabilidad del hombro se realiza mediante una serie de pruebas y evaluaciones clínicas. A continuación, se describen algunas de las principales pruebas utilizadas para evaluar la estabilidad del hombro:

  1. Prueba de laxitud articular: El terapeuta evaluará la laxitud de la articulación del hombro mediante pruebas de movimiento pasivo y movilización articular. Esto implica aplicar fuerza y movimiento controlado al hombro para evaluar la cantidad de movimiento y la sensación de inestabilidad.
  2. Prueba de aprehensión: Esta prueba se utiliza para evaluar la inestabilidad anterior del hombro. El terapeuta aplicará una fuerza de abducción y rotación externa al hombro mientras el paciente está acostado boca arriba. Si el paciente siente una sensación de aprehensión o miedo a que el hombro se salga de su lugar, puede ser indicativo de inestabilidad anterior.
  3. Prueba de cajón anterior y posterior: Estas pruebas se utilizan para evaluar la estabilidad anterior y posterior del hombro, respectivamente. El terapeuta aplicará una fuerza en dirección anterior o posterior al hombro para evaluar la cantidad de desplazamiento que se produce.
  4. Prueba de estabilidad de la escápula: Esta prueba evalúa la estabilidad y el control de la escápula (omóplato) durante los movimientos del hombro. El terapeuta observará la posición y el movimiento de la escápula durante diferentes ejercicios y movimientos del brazo para detectar posibles alteraciones en la estabilidad.
  5. Evaluación de fuerza y equilibrio muscular: Se realizarán pruebas de fuerza muscular específicas para evaluar la función del manguito de los rotadores y los músculos periescapulares, que desempeñan un papel clave en la estabilidad del hombro. Además, se pueden evaluar el equilibrio muscular y los posibles desequilibrios entre los músculos agonistas y antagonistas.

Estas son solo algunas de las pruebas utilizadas para evaluar la estabilidad del hombro. Dependiendo de los hallazgos de la evaluación inicial, el terapeuta puede realizar pruebas adicionales para obtener información más detallada sobre la estabilidad y el funcionamiento del hombro.

Es importante que la evaluación sea realizada por un fisioterapeuta o profesional de la salud especializado en el tratamiento del hombro. El terapeuta podrá interpretar los resultados de las pruebas y desarrollar un plan de tratamiento individualizado para abordar cualquier deficiencia de estabilidad y mejorar la función del hombro.

¿Cómo saber si tengo un hombro inestable?

Si sospechas que puedes tener un hombro inestable, es importante buscar una evaluación médica o de un fisioterapeuta especializado en hombro. Sin embargo, hay algunos signos y síntomas que pueden indicar la presencia de inestabilidad del hombro. Estos incluyen:

  1. Sensación de «salida» o «deslizamiento» del hombro: Puedes experimentar una sensación de que el hombro se sale de su lugar o se desliza, especialmente durante ciertos movimientos o actividades específicas.
  2. Dolor en el hombro: Puedes experimentar dolor en el hombro, que puede ser intermitente o constante. El dolor puede empeorar durante actividades que involucran movimientos del hombro o cargas pesadas.
  3. Sensación de debilidad: Puedes notar una sensación de debilidad en el hombro o dificultad para realizar actividades que requieren fuerza o estabilidad en el hombro, como levantar objetos pesados o realizar movimientos por encima de la cabeza.
  4. Limitación en el rango de movimiento: Puedes experimentar una reducción en el rango de movimiento del hombro, especialmente en ciertas direcciones o movimientos específicos.
  5. Sensación de inestabilidad: Puedes sentir que el hombro no está firme o estable, especialmente al realizar movimientos rápidos o movimientos que requieren una carga adicional en el hombro.

Es importante destacar que estos síntomas pueden ser indicativos de diferentes condiciones o lesiones en el hombro, y la evaluación médica o de un fisioterapeuta es necesaria para un diagnóstico preciso.

Recuerda que la inestabilidad del hombro puede variar en gravedad, desde casos leves hasta casos más graves que pueden requerir tratamiento médico o quirúrgico. Si tienes sospechas de inestabilidad en el hombro, te recomiendo buscar atención médica para una evaluación adecuada y un plan de tratamiento apropiado.

Cursos destacados

Leave A Comment

El libro que cambiará tu forma de prevenir
y recuperar
lesiones de hombro

×

 

¡Hola!

Haz click abajo para hablar con nosotros

× ¿Alguna duda?