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Síndrome trocánter mayor: la pescadilla que se muerde la cola

En el cuerpo humano, encontramos algunas lesiones en las que el tejido lesionado, cuanto más dañado esté,  más se potencia el mecanismo lesivo, conllevando un mayor daño, lo que favorece aún más el mecanismo lesivo, que agrava el daño…..  y así sucesivamente hasta el infinito,  como círculo vicioso, como pescadilla que se muerde la cola. Y resulta que el Síndrome del trocánter mayor es una de esas lesiones.

En la primera entrega de esta trilogía («La Epidemia de la cadera: Síndorme del trocánter mayor«) nos centramos en presentar este síndrome, en este segundo queremos explicar el mecanismo lesivo, y en la tercera haremos la propuesta de trabajo.

Síndrome trocánter mayor

Mecanismo lesivo:

Como en cualquier tendinopatía o burstis, el sobreuso suele ser la causa principal, pero como en cualquier afectación, el problema es multifactorial, y habrán a menudo factores biomecánicos que van a contribuir a que exista un mayor estrés en determinados tejidos, como la Coxa Saltans externa o el impingement externo.

Coxa Saltans externa:

Hace referencia a los “chasquidos que se pueden escuchar o sentir en el lateral de la cadera, al pasar la parte posterior de la cintilla iliotibial o porción anterior del tendón del glúteo mayor, a un lado y otro del trocánter mayor. Esta puede ser una causa del síndrome del trocánter mayor, pero se ha comprobado que muchas personas que presentan esta condición no desarrollan el síndrome74.

Impingement Externo:

La cintilla iliotibial puede causar impingement externo sobre el trocánter mayor, ya que provoca irritación por compresión de los tendones glúteos12,24,33,37, lo que se aumenta con la aducción de cadera y la inclinación pélvica contralateral9. Por ello en la fase aguda se debe evitar excesiva tensión sobre el glúteo mayor y el tensor de la fascia lata; igualmente evitar el masaje con foam roller en la fase aguda por añadir mayor carga por compresión.

sindrome trocanter mayor impingement externo

Los corredores que aducen la cadera provocando apoyos más allá de la línea media durante el ciclo de la marcha, tienen más posibilidades de sufrir este síndrome18. Lo cual puede ser explicado porque las cargas compresivas son dependientes de la posición, siendo de 4N a 0º, 36N a 10º de aducción, y 106N a 40º de aducción9. Por ello, se ha relacionado con el mantenimiento de posturas como las piernas cruzadas.

Grimaldi et al presenta un cuadro muy interesante sobre la respuesta biológica de los tendones ante diferentes tipos de carga:

sindrome trocanter mayor carga y efecto trófico sobre tejido tendinoso

 

La compresión y la privación de cargas por tensión inducen a la aparición de enzimas catabólicas a nivel celular, lo que produce rotura del colágeno Tipo169.

La compresión transversal en este síndrome se produce por el mecanismo que llamábamos impingement externo.

 

¿Pero porqué decimos que esta lesión es como una pescadilla que se muerde la cola?

La fuerza de abducción envuelve dos sinergias musculares9,34,35,70

  1. Los Músculos trocantéreos: Glúteo medio y glúteo menor.
  2. Los Músculos tensores de la Cintilla Iliotibial: Porción superior del glúteo mayor, El tensor de la Fascia Lata y el Vasto externo del cuádriceps.

 

la-pescadilla-se-muerde-la-cola

 

Se ha calculado que el 70% de la Fuerza abductora requerida en un apoyo monopodal lo ejercen los músculos trocantéreos, mientras que el 30% a los músculos tensores de La Cintilla Iliotibial. La relación TFL-GMedio se puede ver alterada con frecuencia produciendo una dominancia del TFL sobre el GMedio en la abducción de cadera, lo que suele guiar a debilidad y/o atrofia del GMedio11,29,59. Se ha demostrado que las personas que sufren desgarros de los tendones glúteos trocantéreos tienen hipertrofia ipsilateral del tensor de la fascia lata68.

 

El desequilibrio entre estas dos sinergias musculares va a estar detrás de los tres mecanismos lesivos expuestos anteriormente: Sobreuso, coxa saltans, impingement externo. Por lo que la debilidad de los músculos trocantéreos y la tensión de los músculos tensores de la cintilla iliotibial se puede convertir en un peligroso círculo vicioso. Conforme más debilidad de los glúteos, mayor sobreuso de los tensores de la cintilla que se transformará en mayor tensión de este complejo, favoreciendo el impingement externo y/o la coxa saltans, pudiendo dañar los tendones del glúteo medio y menor, lo que implica mayor debilidad aún, y vuelta a empezar con el círculo vicioso.

FACTORES:

  • Ratio TFL/GMP (Tensor de la fascia lata/Glúteo medio posterior).
  • Tener un índice de masa corporal superior a la media28
  • Adiposidad elevada31
  • Morfología de la pelvis femenina10,30,57,63, lo que podría explicarse por la pelvis más amplia, que implica diferencias biomecánicas48, aunque también se ha especulado que puede influir que la inserción del tendón del glúteo medio tiene un área menor, por lo que tiene menor capacidad de disipación de las fuerzas, además de tener un menor brazo de momento, lo que resulta en una reducida eficiencia mecánica77.

Ya hemos entendido los mecanismos que producen este síndrome, así que ya estamos en disposición de buscar la solución. Es bastante evidente, pero para saber cómo planteamos nosotros el trabajo, a leerse la tercera parte de esta trilogía. ¡Síndrome del trocánter mayor!, ¡Prepárate! tenemos la vacuna para tu epidemia.

sindrome trocanter mayor pescadilla

Preguntas frecuentes sobre el síndrome trocánter mayor

¿Qué es síndrome doloroso del trocánter mayor?

El síndrome doloroso del trocánter mayor, también conocido como trocanteritis o bursitis trocantérea, es una condición dolorosa que afecta la región lateral de la cadera. Esta área se encuentra en la parte superior del fémur, en la zona denominada trocánter mayor.

El síndrome doloroso del trocánter mayor se caracteriza por dolor y sensibilidad en el área del trocánter mayor, que puede extenderse hacia el muslo o la parte externa de la pierna. Algunos de los síntomas comunes incluyen:

  1. Dolor en la cadera: El dolor suele ser localizado en la parte lateral de la cadera, en la región del trocánter mayor. Puede ser constante o aparecer al realizar actividades como caminar, subir escaleras o levantarse de una silla.
  2. Sensibilidad al tacto: La zona afectada puede ser sensible al tacto, lo que significa que puede haber dolor al presionar o palpar el área del trocánter mayor.
  3. Dolor al estar acostado de lado: Muchas personas experimentan un aumento del dolor al estar acostadas de lado en la cama, ya que se ejerce presión directa sobre el trocánter mayor.
  4. Limitación en los movimientos: En algunos casos, el síndrome del trocánter mayor puede causar dificultad para mover la cadera o realizar actividades que implican la rotación o abducción de la pierna.

Las causas del síndrome doloroso del trocánter mayor pueden variar e incluir la inflamación de la bursa trocantérea (bursitis), lesiones en los tendones que rodean el trocánter mayor (tendinitis), irritación de los músculos de la cadera o la fricción excesiva entre los tejidos.

El tratamiento del síndrome doloroso del trocánter mayor generalmente incluye medidas conservadoras, como el reposo, la aplicación de hielo, el uso de medicamentos antiinflamatorios, la fisioterapia, los ejercicios de fortalecimiento y estiramientos específicos, así como la corrección de posibles desequilibrios musculares o problemas biomecánicos.

Si experimentas dolor en la región lateral de la cadera o sospechas de síndrome doloroso del trocánter mayor, es recomendable buscar atención médica para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado

¿Cómo se cura una trocanteritis de cadera?

El tratamiento de la trocanteritis de cadera, también conocida como síndrome doloroso del trocánter mayor, se basa en enfoques conservadores para aliviar el dolor y promover la curación. A continuación, se describen algunas medidas comunes utilizadas en el tratamiento de esta condición:

  1. Reposo y modificación de actividades: Es importante reducir o evitar las actividades que puedan agravar el dolor, como correr, saltar o subir escaleras. El reposo relativo puede ayudar a reducir la inflamación y permitir que los tejidos se recuperen.
  2. Aplicación de hielo: Aplicar hielo en el área afectada puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor. Se recomienda aplicar hielo durante 15-20 minutos varias veces al día, evitando aplicarlo directamente sobre la piel y utilizando una barrera protectora, como una toalla.
  3. Medicamentos antiinflamatorios: Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor. Sin embargo, es importante seguir las indicaciones del médico y respetar las dosis recomendadas.
  4. Fisioterapia: Un fisioterapeuta puede desempeñar un papel importante en el tratamiento de la trocanteritis de cadera. Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento específicos pueden ayudar a mejorar la estabilidad de la cadera, reducir la tensión en los músculos y tendones afectados, y promover una mejor biomecánica de la cadera.
  5. Terapia de ondas de choque: En algunos casos, se puede considerar la terapia de ondas de choque como una opción de tratamiento. Este enfoque utiliza ondas de sonido de alta energía para estimular la curación de los tejidos y reducir la inflamación.
  6. Uso de dispositivos de apoyo: Dependiendo de la situación, se pueden utilizar dispositivos de apoyo, como férulas, almohadillas o calzado ortopédico, para reducir la carga y la presión sobre el área afectada y mejorar la función de la cadera.

¿Qué no debo hacer si tengo trocanteritis?

  1. Evita actividades que aumenten el dolor: Evita realizar actividades que provoquen un aumento significativo del dolor en la región del trocánter mayor. Esto puede incluir correr, saltar, subir escaleras o cualquier movimiento que cause molestias intensas.
  2. No ignores el dolor persistente: No ignores el dolor persistente en la cadera o en el área del trocánter mayor. Ignorar los síntomas y continuar con actividades que agravan el dolor puede empeorar la condición y prolongar la recuperación.
  3. Evita la falta de movimiento: Si bien es importante descansar y evitar actividades que provoquen dolor, también es esencial mantener cierto nivel de movimiento y movilidad en la cadera. La inmovilidad prolongada puede llevar a la rigidez y debilidad muscular. Realiza movimientos suaves y controlados dentro de los límites de dolor, según lo recomendado por un profesional de la salud.
  4. No te automediques sin supervisión médica: Evita automedicarte sin la supervisión de un profesional de la salud. Si bien los medicamentos antiinflamatorios pueden ser útiles para aliviar el dolor y reducir la inflamación, es importante seguir las indicaciones médicas y respetar las dosis recomendadas.
  5. No ignores la importancia de la fisioterapia: La fisioterapia puede desempeñar un papel crucial en el tratamiento de la trocanteritis. No ignores la importancia de seguir las pautas y recomendaciones de tu fisioterapeuta, incluyendo los ejercicios de fortalecimiento, estiramientos y técnicas de terapia manual.
  6. Evita el exceso de actividad física: Evita realizar ejercicio físico intenso o prolongado que pueda sobrecargar la cadera y los músculos de la zona. El exceso de actividad puede aumentar la irritación y prolongar el tiempo de recuperación.

¿Cómo se quita el dolor de la trocanteritis?

La trocanteritis, también conocida como tendinitis de la cadera o dolor en el trocánter mayor, puede ser muy incómoda y dolorosa. Aquí tienes algunas recomendaciones para ayudar a aliviar el dolor de la trocanteritis:

  1. Reposo: Descansa la cadera afectada y evita actividades que puedan empeorar el dolor, como correr, saltar o levantar objetos pesados. Descansar la articulación inflamada puede permitir que se recupere más rápido.
  2. Aplicación de hielo: Aplicar hielo en la zona dolorida durante 15-20 minutos varias veces al día puede reducir la inflamación y aliviar el dolor. Asegúrate de envolver el hielo en una toalla o paño para evitar quemaduras en la piel.
  3. Antiinflamatorios no esteroides (AINEs): Los medicamentos de venta libre, como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación. Sigue las indicaciones del envase o consulta a un profesional de la salud antes de tomar cualquier medicamento.
  4. Fisioterapia: Un fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor de la cadera y mejorar la movilidad. Esto puede ayudar a aliviar la presión sobre la articulación y reducir el dolor a largo plazo.
  5. Estiramientos y ejercicios de movilidad: Realizar ejercicios suaves de estiramiento y movilidad puede ayudar a mantener la flexibilidad y prevenir la rigidez en la cadera. Un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios adecuados.
  6. Corrección de la postura y ergonomía: Asegúrate de mantener una postura adecuada al estar de pie o sentado, y utiliza una silla con un buen soporte lumbar si trabajas en un escritorio durante largos períodos.
  7. Cambios en la actividad física: Si el dolor es causado por actividades específicas, como correr o caminar en superficies duras, considera hacer cambios en tu rutina de ejercicios o utilizar calzado adecuado.
  8. Terapia de ondas de choque: En algunos casos, la terapia de ondas de choque extracorporales puede ser recomendada por un profesional de la salud para estimular la curación y reducir la inflamación en la zona afectada.
  9. Inyecciones de corticosteroides: En casos graves, un médico puede recomendar inyecciones de corticosteroides en la articulación para reducir la inflamación y el dolor. Este procedimiento debe ser realizado por un profesional de la salud.

Es importante recordar que el tratamiento de la trocanteritis puede variar según la causa subyacente y la gravedad del dolor. Es recomendable consultar a un médico o fisioterapeuta para un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado. No intentes autodiagnosticar ni automedicarte sin consultar a un profesional de la salud.

¿Qué es mejor para la trocanteritis el frío o el calor?

Tanto el frío como el calor pueden ser útiles en el manejo de la trocanteritis, pero su aplicación depende de la etapa y la sensación individual de alivio que proporcionen. Aquí te explico cuándo es más adecuado utilizar cada uno:

Frío (aplicación de hielo):

  1. Fase aguda de la lesión: Cuando experimentas un aumento reciente en el dolor o inflamación debido a la trocanteritis, la aplicación de hielo puede ser beneficiosa. El frío ayuda a reducir la inflamación y alivia el dolor al disminuir la actividad de los nervios en la zona.
  2. Dolor agudo o después de la actividad: Aplicar hielo después de realizar actividades que desencadenen dolor o después de realizar ejercicios de rehabilitación puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el malestar.
  3. Cómo aplicar: Envuelve el hielo en una toalla o paño para evitar quemaduras en la piel y aplícalo en la zona afectada durante 15-20 minutos a la vez, varias veces al día según sea necesario.

Calor:

  1. Fase de recuperación y relajación muscular: Una vez que la inflamación inicial ha disminuido y el dolor agudo ha cedido, el calor puede ser útil para relajar los músculos circundantes y aumentar el flujo sanguíneo. Esto puede ayudar en la recuperación a largo plazo.
  2. Antes de ejercicios de estiramiento o rehabilitación: Aplicar calor antes de realizar ejercicios de estiramiento o movilidad puede ayudar a aumentar la flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones musculares.
  3. Cómo aplicar: Puedes utilizar una almohadilla térmica, una compresa caliente o incluso un baño caliente. Asegúrate de no aplicar calor directamente sobre la piel y evita temperaturas excesivamente altas.

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