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Bursitis de la pata de ganso

Pata de ganso

La bursitis de la pata de ganso (del latín, pes anserinus) hace referencia a la lesión en la inserción distal de 3 tendones a nivel de la cara antero-interna proximal de la tibia, unos 5 cm por debajo de la interlinea articular de la rodilla. Está compuesta por el tendón del músculo sartorio a nivel más superficial, y por el tendón del músculo grácil también llamado recto interno y semitendinoso en una capa más profunda.

Responde a este nombre básicamente por su similitud con la pata de un ganso. Recordar el orden de estos tendones, de anterior a posterior, es sencillo con la regla nemotécnica SarGenTo, que hace referencia a sartorio, grácil y semitendinoso, este último con su distintivo en la T en lugar de la S, lo que ayuda a no confundirnos con su compañero en el conjunto isquiotibial interno, semimembranoso.1

Cuando se produce una lesión a este nivel, ¿se trata por lo tanto de una tendinopatía? No podemos precipitarnos con esa conclusión. Justo por debajo de la inserción tendinosa, encontramos la bursa anserina, una de las 13 bursas que podemos encontrar alrededor de la rodilla y que también se relaciona con el dolor de la zona medial de la rodilla bajo la etiqueta de bursitis anserina.2

Debido a que no está clara la estructura responsable de la sintomatología y la contigüidad de las mismas, en la literatura podemos encontrar conceptos como tendinobursitis en un acto de no pillarse los dedos, aunque posiblemente el término más acertado es otro y que también podemos encontrar en los papers, síndrome anserino (SA).3,4

En cualquier caso, tanto la inadecuada adaptación del complejo tendinoso como la inflamación de bursa, parecen venir precedidas de un mismo lugar, siempre respetando las individualidades del caso, todo lo que le rodea tanto a nivel emocional, descanso, su práctica diaria… La sobrecarga, gesto repetitivo y limitaciones en plazos de recuperación (asociado a un descanso de baja calidad y escasez de tiempo para cargar las pilas) parecen ser condicionantes comunes. Traumatismos directos pueden conducirnos a sufrirla, pero es menos frecuente.

Eli Moschcowitz describió en 1937 por primera vez esta condición. El dolor en la rodilla se relacionó casi exclusivamente con mujeres, que se quejaban de dolor al bajar o subir las escaleras, al levantarse de una silla, o simplemente flexionar las rodillas.5 Además del género femenino, la edad y el sobrepeso aumentaban el riesgo. A día de hoy, no sabemos mucho más sobre la epidemiología en relación a este síndrome. La prevalencia es desconocida, y esto se debe en gran medida a la superposición existente tan extensa con otras condiciones de la rodilla, por ejemplo, con la artrosis.2

El auge de los corredores ha supuesto un nuevo filón para este síndrome, si hablábamos de sobreuso y mala gestión de las cargas, este es su lugar. Es muy frecuente encontrarlo en este perfil, especialmente en amateurs, con planificaciones muy alejadas de lo que sería una progresión adecuada y paulatina que permitiera las adaptaciones pertinentes.6,7

Tal y como hemos visto, la tendinopatía o bursitis de la pata de ganso o mejor dicho, el síndrome anserino (SA), es una condición compleja.

Bursitis rodilla

Con frecuencia, su expresión se asocia con otras entidades como la artrosis de rodilla, la diabetes mellitus tipo II y la artritis reumatoide1-4. En 2007, José Alvarez-Nemegyei llevo a cabo un estudio caso-control analizando los factores de riesgo en el SA 5.
Participaron 60 mujeres y se dividieron en 2 grupos, uno de 22 diagnosticadas de SA y otro control con 38.

El grupo control estaba formado por sujetos con diagnósticos varios: 20 con osteoporosis asintomática, 5 con artrosis de la mano, 4 con tendinopatía de la mano, y de forma aislada: bursitis trocantérica, ciática, epicondilitis del codo, dolor en el talón, en el tobillo, tendinitis del hombro, dolor en el tobillo, lumbalgia…

bursitis rodilla pata de ganso

Como puede observase en la tabla, no se identificaron diferencias estadísticamente significativas entre grupos en la prevalencia de diabetes, artrosis de rodilla, obesidad, deformidad en varo de la rodilla, inestabilidad lateral y anteroposterior de la rodilla y desalineación del retropié.

Sin embargo, se observaron diferencias significativas entre los dos grupos con respecto al valgo de rodilla que fue identificado en 8 de 21 sujetos (casi un 40%) en el grupo con SA, en comparación con 4 de 38 (solo un 10%) del grupo control, siendo el valgo la única variable asociada con SA comparada con otras alteraciones. La inestabilidad lateral por sí sola, no es significativa, pero su presencia combinada con valgo de rodilla da lugar a un aumento adicional en el riesgo de SA (10 de 21 en SA frente a 5 de 38 en control). La muestra es pequeña y no es posible sacar conclusiones definitivas, no obstante, se debe prestar atención a estos resultados y esperar a futuras investigaciones.

No cabe duda la importancia del razonamiento clínico y la necesidad de llevar a cabo una valoración exhaustiva, debemos seguir replanteándonos diagnósticos. El dolor de rodilla es muy común y a menudo se acompaña con una discapacidad significativa, y en gran medida se asocia con la artrosis, encontrándonos ante uno de los etiquetados más frecuentes en atención primaria. La diferenciación de la artrosis sintomática de otras causas de dolor en las articulaciones se reconoce como un desafío común en la práctica clínica y esto nos lleva a confusiones, falsos diagnósticos y tratamientos que difícilmente tendrán el efecto deseado, no podremos dar en la diana si ni siquiera estamos tirando en la indicada 6.

Wood sugiere que las causas de dolor en la rodilla no son exclusiva o directamente responsabilidad del deterioro articular, que el dolor no está relacionado con la presencia o la gravedad de la artrosis que se observa en imágenes radiográficas, sino que puede deberse a otras causas 6. Culvenor, 10 años después, así nos lo hace ver con una revisión sistemática donde se incluyeron 63 estudios (5397 rodillas), todas asintomáticas. Hasta en un 43% de los sujetos de 40 años o más, se observaban signos de artrosis en las pruebas de imagen, y hasta un 14% en adultos de menores de 40 años…recuerda, sólo analizando rodillas asintomáticas 7.

Es muy frecuente encontrarnos en consulta el perfil de mujeres de mediana edad con sobrepeso y diagnosticadas de artrosis de rodilla o desgarro meniscal tras su identificación en prueba de imagen. Curiosamente suelen mostrar hipersensibilidad a la palpación de la pata de ganso (no en la línea articular), y característicamente tienen debilidad en cuádriceps y el resto de la musculatura especialmente en la región del muslo.

Muchas candidatos para el reemplazo de rodilla evitan la cirugía llevando a cabo un tratamiento adecuado, pero siempre tras un  diagnóstico certero y esto sería algo muy importante ya que podría reducirse la cantidad de artroplastias 8.

Es indispensable incluir el SA en el diagnóstico diferencial al evaluar pacientes con dolor y discapacidad de rodilla. Una historia clínica cuidadosa y un examen físico pueden conducir al diagnóstico correcto y al tratamiento más adecuado, evitando así procedimientos quirúrgicos innecesarios basados principalmente en los hallazgos de los estudios de imagen, que además, no son fiables.

Las pruebas de imagen tampoco resultan el mejor aliado en el diagnóstico del SA. Uson evaluó mediante ecografía 37 pacientes diagnosticados de SA en base a un diagnóstico clínico. Todos los sujetos fueron mujeres con artrosis radiográfica de rodilla e IMC superior a 27 9.

Los hallazgos fueron una tendinopatía anserina en una rodilla sintomática y bursitis anserina en dos rodillas sintomáticas y en una rodilla asintomática. En conclusión, los pacientes diagnosticados de SA rara vez conllevan una imagen ecográfica acorde. Yoon se encontró con una situación similar, analizó 26 rodillas de mujeres con artrosis y edad avanzada, solo 2 pacientes (7,7%) mostraron evidencia de SA 10.

El diagnóstico se basará por tanto en la presentación clínica y en los síntomas 11:

bursitis-de-la-pata-de-ganso

Se deberá analizar cada caso e identificar qué puede estar interfiriendo para actuar sobre ello. La tensión excesiva en el compartimento interno de la rodilla parece ser uno de los principales factores, pero no es el único. Desde pelvis más anchas (típica en mujeres), coxas varas, retroversión femoral, anteversión pélvica y anteversión relativa del acetábulo, pasando por deformidades óseas, de manera que el fémur rota internamente respecto a la tibia, o la tibia externamente respecto al fémur.

El exceso de rotación externa de rodilla será uno de los puntos clave a considerar, el trabajo de los músculos de la pata de ganso (comparten entre sus funciones, la rotación interna y la flexión de rodilla), además del complejo extensor, servirá como método de contención de la rodilla en esa dirección y en la ganancia de estabilidad articular.

Es recomendable la lectura de anteriores entradas como EL DESCARRILAMIENTO DEL TREN INFERIOR y ¿CONOCES LOS FACTORES QUE LIMITAN EL ROM DE ROTACIÓN INTERNA DE CADERA?. La complejidad está asegurada y en cierta forma es lo bonito de todo esto, no existen protocolos, no podemos extraer conclusiones como, ah! síndrome anserino, pues debilidad de rotadores externos de cadera, ¿qué ocurre si es el pie quien está llevando la batuta y desde una pronación excesiva esté generando compensaciones más arriba? Que a pesar de todo esto, seguiríamos siendo reduccionistas, o ¿Acaso no pueden influir en todo este proceso un descanso de baja calidad o el miedo al movimiento?¿Creencias del sujeto acerca de su dolor de rodilla? Por supuesto, el abordaje se realiza sobre la persona y no sobre una rodilla, el dolor es más complejo que todo esto (¿EL DOLOR CRÓNICO ES ETERNO?)

De cualquier forma, el movimiento será nuevamente el gran aliado, podremos generar cambios mediante él y revertir la situación dolorosa e incapacitante que representa el SA, solo debemos saber dónde estamos y en función a ello, actuar.

Preguntas frecuentes sobre la bursitis de la pata de ganso

¿Por qué se inflama la pata de ganso?

La inflamación de la pata de ganso es un término médico que se refiere a la irritación o inflamación de una estructura llamada pata de ganso, ubicada en la parte interna de la rodilla. La pata de ganso está compuesta por tres músculos: el músculo sartorio, el músculo recto interno y el músculo semitendinoso.

Existen varias razones por las cuales puede producirse la inflamación de la pata de ganso:

  1. Sobreesfuerzo: El exceso de actividad física o el aumento repentino en la intensidad del ejercicio pueden ejercer una tensión excesiva en los músculos de la pata de ganso, lo que puede llevar a la inflamación.
  2. Lesiones o traumatismos: Los golpes directos en la parte interna de la rodilla o las lesiones deportivas, como los movimientos bruscos o repentinos, pueden provocar inflamación en la pata de ganso.
  3. Tendinitis: La inflamación del tendón que une los músculos de la pata de ganso a la tibia también puede causar dolor e hinchazón en esta área.
  4. Condiciones subyacentes: Algunas condiciones médicas, como la artritis, la bursitis o la enfermedad de la pata de ganso, pueden contribuir a la inflamación en esta región.

Los síntomas comunes de la inflamación de la pata de ganso incluyen dolor en la parte interna de la rodilla, sensibilidad al tacto, hinchazón y dificultad para caminar o doblar la pierna.

Es importante buscar atención médica si experimentas inflamación persistente en la pata de ganso, ya que un profesional de la salud podrá realizar un diagnóstico preciso y recomendar el tratamiento adecuado. Esto puede incluir reposo, aplicación de hielo, medicamentos antiinflamatorios, fisioterapia u otras opciones según la causa subyacente de la inflamación.

¿Cómo recuperarse de una bursitis en la rodilla?

La bursitis en la rodilla es una condición en la cual la bursa, una pequeña bolsa llena de líquido que actúa como amortiguador entre los huesos, los tendones y los músculos, se inflama. Para recuperarse de la bursitis en la rodilla, se pueden seguir los siguientes pasos:

  1. Descanso: Es importante darle descanso a la rodilla afectada para permitir que se recupere. Evita actividades que puedan agravar la inflamación, como correr, saltar o subir escaleras.
  2. Aplicación de hielo: Aplica hielo en la rodilla durante 15 a 20 minutos, varias veces al día. El hielo ayuda a reducir la inflamación y alivia el dolor. Asegúrate de envolver el hielo en una toalla o usar una bolsa de gel para evitar quemaduras en la piel.
  3. Compresión: Utiliza una venda elástica o una manga de compresión alrededor de la rodilla para reducir la inflamación y proporcionar estabilidad. Asegúrate de no apretar demasiado, ya que esto puede afectar la circulación sanguínea.
  4. Elevación: Eleva la pierna afectada colocando una almohada debajo de la rodilla. Esto ayuda a reducir la inflamación y promueve el flujo sanguíneo adecuado.
  5. Medicamentos: Consulta con un médico para obtener recomendaciones sobre medicamentos antiinflamatorios o analgésicos que puedan aliviar el dolor y reducir la inflamación. Sigue siempre las indicaciones y dosis recomendadas por el profesional de la salud.
  6. Fisioterapia: Un fisioterapeuta puede ayudarte a fortalecer los músculos alrededor de la rodilla y mejorar la estabilidad articular. También pueden recomendar ejercicios de estiramiento y técnicas de rehabilitación para acelerar la recuperación.
  7. Evitar actividades desencadenantes: Evita actividades que puedan agravar la bursitis en la rodilla. Si es necesario, utiliza almohadillas o soportes para proteger la articulación durante las actividades físicas.

Recuerda que cada caso de bursitis en la rodilla puede ser diferente, por lo que es importante consultar con un médico para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.

¿Cuánto tiempo tarda en curarse una tendinitis de pata de ganso?

La duración del proceso de curación de la tendinitis de pata de ganso puede variar dependiendo de varios factores, como la gravedad de la lesión, la atención médica recibida y la adherencia al tratamiento. En general, el tiempo de recuperación puede oscilar entre varias semanas y varios meses.

Es importante tener en cuenta que la tendinitis de pata de ganso es una lesión por sobreuso, lo que significa que se produce debido a una tensión repetitiva o excesiva en los músculos y tendones de la pata de ganso. Para una recuperación más rápida y efectiva, es esencial seguir las recomendaciones médicas y tomar medidas para reducir la carga sobre la rodilla afectada.

El tratamiento puede incluir reposo, aplicaciones de hielo, medicamentos antiinflamatorios, fisioterapia y ejercicios de fortalecimiento. Además, es importante evitar las actividades que desencadenan o empeoran la tendinitis de pata de ganso.

El tiempo de recuperación puede variar según la respuesta individual de cada persona al tratamiento. Algunas personas pueden experimentar una mejoría significativa en unas pocas semanas, mientras que otras pueden necesitar un período más largo para sanar por completo.

Es fundamental tener paciencia y no apresurarse a retomar las actividades físicas intensas hasta que la rodilla esté completamente curada. Trabajar en estrecha colaboración con un profesional de la salud, como un médico o un fisioterapeuta, puede ayudar a monitorear el progreso y ajustar el tratamiento según sea necesario para una recuperación exitosa.

BIBLIOGRAFIA

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  12. Alvarez-Nemegyei J. Risk factors for pes anserinus tendinitis/bursitis syndrome: a case control study. J Clin Rheumatol. 2007 Apr; 13(2):63-5.
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  14. Culvenor AG et al. Prevalence of knee osteoarthritis features on magnetic resonance imaging in asymptomatic uninjured adults: a systematic review and meta-analysis. Br J Sports Med. 2018 Jun 9. pii: bjsports-2018-099257.
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  16. Uson J et al. Pes anserinus tendino-bursitis: what are we talking about? Scand J Rheumatol. 2000; 29(3):184-6.
  17. Yoon HS et al. Correlation between ultrasonographic findings and the response to corticosteroid injection in pes anserinus tendinobursitis syndrome in knee osteoarthritis patients. J Korean Med Sci. 2005 Feb;20(1):109-12.
  18. Rennie WJ et al. Pes anserine bursitis: incidence in symptomatic knees and clinical presentation. Skeletal Radiol. 2005 Jul; 34(7):395-8.

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1 Comment

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