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Teorías del dolor, saltos por el pasado

DESCARTES:
La teoría de Descartes sobre el dualismo de la mente y el cuerpo argumentaba que los dos eran distintos; que las personas tienen una mente inmaterial y un cuerpo material. Al explorar la experiencia del dolor, explicó que cuando una persona estaba suficientemente estimulada (por ejemplo, quemada por un incendio), se tiraban los tubos físicos que viajaban hasta el cerebro, lo que resultaba en la liberación de espíritus animales que causaban dolor y una respuesta motora de retirarse de la fuente del dolor (Descartes 1633/1972).

En el siglo XIX, el concepto de espíritus animales se había desvanecido, pero la separación del cuerpo y la mente continuó junto con el respaldo de una relación lineal entre los estímulos nocivos y el dolor.

El sistema nervioso era visto como meros cables que transportaban los estímulos periféricos hasta el cerebro y se creía que el cerebro proporcionaba una impresión de los estímulos, sin influencia ni interpretación (tener cerebro para nada, no lo creo).

EL CEREBRO MÁS ALLÁ DE UNA CAMPAÑA SONANDO

La teoría del gate control (Melzack y Wall, 1965) Propone que la entrada no nociva (por ejemplo, un estímulo táctil) podría cerrar una puerta en la médula espinal que inhibía las entradas nociceptivas ascendentes. Además, propusieron que el cerebro / sistema nervioso central podría ejercer efectos anti-nociceptivos a través de la inhibición descendente. A partir de aquí empezamos a verle más sentido al dolor.

Más adelante se propuso la teoría de la neuromatriz (Melzack 1990). Esta teoría sostiene que el dolor es una experiencia multidimensional producida por una red neuronal ampliamente distribuida en el cerebro, la neuromatriz del propio cuerpo. Las áreas cerebrales sensoriales, afectivas y cognitivas relacionadas proporcionan entradas a la neuromatriz del cuerpo propio que producen salidas a las áreas cerebrales que luego producen la percepción del dolor, programas de acción y programas de regulación del estrés.

NEUROCENTRISMO

A raíz de estos estudios salieron otros criticando el Neurocentrismo propuesto, pasabamos de una reducción y simplificacion mecánica a una neuro céntrica, Manzotti sostuvo que no había pruebas definitivas de que la actividad neuronal sea suficiente para generar dolor. En todos los casos conocidos, las estructuras neuronales están involucradas, pero también lo están los cuerpos, el medio ambiente, los estímulos, el daño tisular, el comportamiento pasado y futuro y las interacciones sociales.

MODELO BIOPSICOSOCIAL

Entonces entró en escena el tan conocido modelo biopsicosocial, este fue una respuesta a la aplicación reduccionista y deshumanizante del modelo biomédico en la práctica clínica. En las décadas de 1960 y 1970, Engel argumentó que el modelo biomédico no podía explicar la naturaleza compleja de las condiciones de salud. Expresó su frustración con el persistente dualismo mente-cuerpo de la profesión médica y su defecto de enfocarse en problemas reales percibidos al medir variables biológicas / somáticas al tiempo que excluye o minimiza los aspectos psicosociales de la salud.

El modelo intenta unir todos los aspectos biológicos, psicológicos y sociales de la salud bajo un mismo paraguas.

LIMITACIONES

Pero este modelo presenta una serie de limitaciones, a menudo se usa un diagrama de Venn con tres círculos separados pero ligeramente superpuestos para representar el modelo biopsicosocial, lo que sugiere que cada dominio tiene algunas características compartidas.

Estas representaciones e interpretaciones comunes no ofrecen la integración dinámica de los tres dominios, separando el dolor de los pacientes por esferas (biológicos, psicológicos o sociales). Cuanta más atención le prestemos a los límites, menos atención le prestamos a completar la imagen.
Fragmentar el dolor de un paciente en componentes considera inapropiadamente a los humanos como lineales y disociables (es decir, capaces de separarse mecánicamente en partes distintas) y es contrario a la intención de la propuesta de Engel. No tratamos con máquinas sino con personas.
Por último, los pacientes a menudo no entienden la educación en neurociencia, se creen que se les dice “el dolor está en tu cabeza”, lo cual es una trampa de este modelo.

Por ello subiremos otra entrada el blog con la explicación del modelo enactivo del dolor, modelo que intenta suplir las carencias de los anteriores para la mejor comprensión del dolor. ¡Estaos atentos!

 

 

Aurora Jiménez Ruiz
@ajrphysio

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