LOGO FIDIAS NARANJA Y NEGRO 2021

FIDIAS LAB

Relación entre nocicepción, daño y dolor

En esta entrada hablaremos sobre la nocicepción, el daño y el dolor. Muchos órganos, incluyendo la piel y las estructuras subcutáneas, como las articulaciones y músculos, poseen receptores sensoriales especializados que se activan con estímulos nocivos. Para ello, en su membrana celular cuentan con receptores y canales que les permiten detectar la presencia de estímulos mecánicos, cambios de temperatura y ciertas sustancias químicas, como las moléculas inflamatorias. Esta información será enviada, a través de la médula espinal, a nuestro cerebro, donde se integrará junto a la recibida por otras vías.

Esto es importantísimo ya que, al igual que otros sistemas de nuestro cuerpo (ej. propiocepción, visión, audición…), hace que modulemos el comportamiento (de manera subconsciente) y evitemos lesiones. 

Nocicepción

El término empleado para estos sensores es el de nociceptor, derivado de la palabra latina noxius, nocivo o dañino. Pero una cosa a tener en cuenta es que su umbral de estimulación requiere de una intensidad por debajo de la necesaria para dañar los tejidos. Así, la función de los nociceptores no es comunicar que hay un daño en los tejidos, sino informar al sistema nervioso central cuando un estímulo está empezando a alcanzar intensidades de amenaza para el tejido. Es decir, son encargados de detectar y enviar señales al cerebro sobre eventos dañinos o potencialmente dañinos. Otra cosa que debemos saber es que, al contrario de lo que ocurre con otros receptores sensoriales específicos (ej. para luz, tacto…), estos nociceptores son nervios con terminales libres. Lo que quiere decir que no inervan receptores específicos. Esto, por un lado, es bueno…ya que les da ventaja a la hora de detectar y responder ante un evento. Es la neurona la que genera la señalen lugar de depender de un detector especializado en su parte terminal, lo que hace que su zona de detección se extienda. Aunque esta misma característica puede considerarse una desventaja, ya que no le permite dar una información tan detallada de la localización del estímulo. 

Solemos establecer una asociación entre la actividad de estos nociceptores con el daño que tiene un tejido, y entre este con el dolor que experimentamos. Sin embargo,  ya sabemos que el dolor, el daño y la nocicepción no son la misma cosa…y que un aumento en la nocicepción no es suficiente ni necesaria para experimentar dolor.

Algunos ejemplos…

– Las fibras C (nociceptores) sensibles al calor se activan cuando la piel alcanza unos 41ºC. Sin embargo, la temperatura con la que empezamos a sentir dolor varía de una persona a otra. En algunos casos puede ser superior a los 52ºC.

– Si presionamos con una chincheta la piel, los nociceptores se activarán. Pero su respuesta varía en función de la temperatura. A temperatura ambiente, los nociceptores se activan una vez cada 2 segundos (su tasa de disparos de señal es de 0.5 Hz). Si calentamos la chincheta lo harán 10 veces en un segundo (a 10 Hz). Lo interesante de esto es que las personas no somos capaces de diferenciar estos dos estímulos. Ambos son igual de dolorosos y no pueden diferenciarse cualitativamente. Otro dato interesante es que la chincheta no traspasó la piel en ningún momento, sin embargo los nociceptores se activaron. Esto nos vuelve a mostrar que no es el daño lo que determina la respuesta de estos sensores.

– Un estímulo caliente de 45ºC puede desembocar en diferentes sentimientos dependiendo del tamaño del estímulo: cuando la sonda es de 1mm de ancho el sentimiento suele describirse como un “dolor punzante”; cuando es de 4mm se describe como “dolor urticante”; cuando es de 20 mm suele describirse como “un calentón fuerte pero agradable”. Piensa en ello…cuanto mayor es el tamaño del objeto con el que se calienta la piel más nociceptores se activan, pero menos dolor sentimos. 

– Durante un estímulo nocivo de 15 segundos, los nociceptores se activan mucho al principio pero luego la activación decae, en ocasiones hasta pueden silenciarse, a pesar de que el estímulo sigue ahí. De hecho, el dolor continúa aumentando después de que los nociceptores empiecen a disminuir su actividad. 

Preguntas frecuentes sobre la nocicepción

¿Qué es la nocicepción y cómo funciona?

La nocicepción es el proceso mediante el cual el sistema nervioso detecta y responde a los estímulos nocivos o potencialmente dañinos, como el dolor. Es el mecanismo que permite al cuerpo reconocer y responder a los peligros y amenazas para su integridad.

La nocicepción funciona a través de varios pasos:

  1. Estímulo nocivo: Se produce un estímulo nocivo, como una lesión, una quemadura o una inflamación, que activa los receptores especializados en los tejidos del cuerpo llamados nociceptores.
  2. Detección de estímulo: Los nociceptores son terminaciones nerviosas sensibles al daño y se encuentran en todo el cuerpo, especialmente en la piel, los músculos, los huesos y las vísceras. Cuando se estimulan, generan señales eléctricas en forma de potenciales de acción.
  3. Transmisión de la señal: Las señales generadas por los nociceptores viajan a lo largo de las fibras nerviosas periféricas, conocidas como fibras Aδ y fibras C, hacia la médula espinal. En la médula espinal, estas señales son transmitidas a través de diferentes vías nerviosas ascendentes hacia el cerebro.
  4. Procesamiento en el cerebro: En el cerebro, las señales nociceptivas son procesadas y percibidas como dolor. El procesamiento ocurre en varias regiones del cerebro, incluyendo la corteza somatosensorial, la ínsula y el sistema límbico, que están involucradas en la percepción y la respuesta emocional al dolor.

La nocicepción es esencial para la supervivencia, ya que nos alerta sobre las lesiones y los peligros potenciales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el dolor percibido no siempre refleja la gravedad real de la lesión o el daño. Además, existen otros factores, como las emociones, la memoria y las experiencias pasadas, que pueden influir en la percepción y respuesta al dolor.

¿Cuál es la diferencia entre nocicepción y dolor?

La nocicepción y el dolor son dos conceptos relacionados pero diferentes:

La nocicepción se refiere al proceso fisiológico mediante el cual el sistema nervioso detecta y responde a los estímulos nocivos o dañinos. Es la capacidad del cuerpo para reconocer y transmitir señales de daño o lesión a través de los nociceptores, que son receptores especializados en los tejidos del cuerpo.

Por otro lado, el dolor es una experiencia subjetiva y personal que se genera en respuesta a la información nociceptiva procesada por el cerebro. Es una percepción consciente y emocional que se experimenta como una sensación desagradable o molesta.

En resumen, la nocicepción es el proceso de detección y transmisión de señales nocivas por parte del sistema nervioso, mientras que el dolor es la experiencia subjetiva y emocional que resulta de la percepción de esas señales nociceptivas por el cerebro. La nocicepción es un proceso fisiológico objetivo, mientras que el dolor es una experiencia subjetiva y puede variar de una persona a otra en términos de intensidad y respuesta emocional.

¿Cuáles son los receptores involucrados en la nocicepción?

En la nocicepción, los receptores principales involucrados son los nociceptores, que son terminaciones nerviosas especializadas ubicadas en diferentes tejidos del cuerpo. Estos receptores son sensibles a estímulos potencialmente dañinos o nocivos. Algunos de los receptores específicos involucrados en la nocicepción son:

  1. Nociceptores mecánicos: Responden a estímulos mecánicos intensos como la presión, la compresión o la distorsión de los tejidos.
  2. Nociceptores térmicos: Detectan estímulos térmicos extremos, como el calor intenso o el frío intenso.
  3. Nociceptores químicos: Responden a sustancias químicas liberadas durante la inflamación o el daño tisular, como la bradicinina, la histamina y las prostaglandinas.
  4. Nociceptores polimodales: Son receptores que pueden responder a diferentes tipos de estímulos nocivos, incluyendo los estímulos mecánicos, térmicos y químicos.

Estos nociceptores se encuentran en diferentes tejidos del cuerpo, como la piel, los músculos, los huesos, las articulaciones y las vísceras. Cuando se estimulan, generan señales eléctricas que se transmiten al sistema nervioso central a través de las fibras nerviosas periféricas.

Es importante destacar que los nociceptores son parte del sistema de alerta y defensa del cuerpo, y su función es detectar y transmitir la información sobre el daño potencial o real.

¿Cómo se activa la nocicepción en el cuerpo?

La nocicepción se activa en el cuerpo cuando los nociceptores, que son los receptores especializados en detectar estímulos nocivos o potencialmente dañinos, se estimulan. Estos estímulos pueden ser de diferentes tipos y pueden activar los nociceptores de diversas formas. Algunas formas comunes de activación de la nocicepción son:

  1. Estímulos mecánicos: Los nociceptores pueden ser activados por estímulos mecánicos intensos, como la presión excesiva, la tracción o la distorsión de los tejidos. Por ejemplo, una lesión traumática que cause un impacto o una fuerza excesiva en los tejidos puede activar los nociceptores mecánicos.
  2. Estímulos térmicos: Los nociceptores también pueden ser activados por estímulos térmicos extremos. El calor intenso o el frío intenso pueden estimular los nociceptores térmicos y desencadenar la respuesta nociceptiva.
  3. Estímulos químicos: Los nociceptores químicos son sensibles a ciertas sustancias químicas liberadas durante la inflamación, el daño tisular o la irritación. Estas sustancias, como la bradicinina, la histamina y las prostaglandinas, pueden activar los nociceptores químicos y desencadenar la nocicepción.

Es importante destacar que los nociceptores son selectivos y responden específicamente a estímulos nocivos o potencialmente dañinos. Su función es alertar al sistema nervioso central sobre la presencia de peligro o lesión, lo que desencadena la respuesta de dolor y la activación de mecanismos de defensa y protección del cuerpo.

¿Qué papel juega la nocicepción en la respuesta inflamatoria?

La nocicepción juega un papel importante en la respuesta inflamatoria del cuerpo. Cuando se produce una lesión o daño tisular, los nociceptores se activan y desencadenan una serie de eventos que contribuyen a la respuesta inflamatoria. A continuación se describen los principales aspectos de la interacción entre la nocicepción y la respuesta inflamatoria:

  1. Liberación de sustancias inflamatorias: La activación de los nociceptores desencadena la liberación de sustancias químicas inflamatorias en el sitio de la lesión. Estas sustancias incluyen histamina, bradicinina, prostaglandinas y sustancia P, entre otras. Estas sustancias promueven la vasodilatación, el aumento de la permeabilidad vascular y la reclutamiento de células inflamatorias al área afectada.
  2. Aumento de la sensibilidad nociceptiva: Durante la respuesta inflamatoria, los nociceptores pueden volverse más sensibles a la estimulación, lo que se conoce como sensibilización periférica. Esto significa que se necesitará una menor cantidad de estímulo para activar los nociceptores y generar una respuesta de dolor. Esta sensibilización puede contribuir a la percepción de dolor incluso en ausencia de un estímulo nocivo actual.
  3. Interacción con células inflamatorias: Los nociceptores pueden interactuar con células inflamatorias, como los mastocitos y los macrófagos. Estas células liberan mediadores inflamatorios que pueden excitar o sensibilizar los nociceptores, intensificando la respuesta de dolor.
  4. Retroalimentación y amplificación de la respuesta inflamatoria: La nocicepción y la respuesta inflamatoria pueden interactuar en un ciclo de retroalimentación positiva. La liberación de sustancias inflamatorias puede sensibilizar aún más los nociceptores, lo que a su vez puede desencadenar una mayor liberación de mediadores inflamatorios y promover una respuesta inflamatoria más intensa.

En resumen, la nocicepción y la respuesta inflamatoria están estrechamente relacionadas. La activación de los nociceptores desencadena la liberación de sustancias inflamatorias y promueve la respuesta inflamatoria local. A su vez, la respuesta inflamatoria puede influir en la sensibilidad y excitabilidad de los nociceptores, amplificando la percepción de dolor

Cursos destacados

1 Comment

Leave A Comment

El libro que cambiará tu forma de prevenir
y recuperar
lesiones de hombro

×

 

¡Hola!

Haz click abajo para hablar con nosotros

× ¿Alguna duda?